miércoles, 11 de junio de 2014

“CONSUMMATUM EST”

“Se acabó todo”, “todo se ha cumplido” según el evangelio de Juan 19;30 estas fueron las últimas palabras de Cristo en la Cruz, después de pronunciadas, inclinó la cabeza y murió.

Esta locución latina se emplea a propósito de un desastre o de un gran dolor y con esa sensación de desastre, de dolor, nos hemos quedado todos los que hemos simpatizado alguna vez con el ideario de aquel Partido Socialista Obrero Español que ilusionó y cohesionó a la izquierda de este país hace muchos años y que hoy, definitivamente, ha puesto de manifiesto que ha muerto, en su lugar ha nacido el PCME “Partido Católico Monárquico Español” y que nadie se rasgue las vestiduras, contra los hechos no hay argumento que valga: los hechos mandan.

Evidentemente una forma de Estado Republicano no implica necesariamente que los problemas que la banca y los malos políticos le han echado encima al Pueblo Español se vayan a solucionar de forma inmediata pero sí es el primer paso para que el Pueblo Español, auténtico sufridor de las políticas de la gran banca, decida sobre los asuntos políticos y sobre sus instituciones y no que éstas se vean determinadas por algún derecho hereditario, aristocrático o divino.


En roman paladino, para que nos entendamos fácilmente y sin florituras:

La Corona no es apolítica, como muchas veces se nos quiere hacer ver, frente a un Presidente de la República. La Corona Española, a lo largo de la historia siempre ha estado apegada a los que tienen dinero y ha olvidado al pueblo llano… por muy “campechanos” que hayan sido sus representantes y si no, que se lo pregunten a los elefantes de Botswana.
Oímos por ahí que es más barato mantener una Monarquía que una República como si la cuestión fuera económica y la cuestión no está en el dinero, sino en si los ciudadanos pueden elegir al Jefe del Estado a través de las urnas y si no cumple, quitarlo también a través de unas elecciones, esto es un principio democrático básico y con una monarquía no puede ocurrir ni ocurre.
Tampoco es cierto que exista una relación de causalidad entre la forma de Estado Republicana y Monárquica en cuanto a lo avanzado económicamente que pueda estar un país. La prosperidad de un país, de su sistema económico, de su modelo productivo depende de un diseño institucional que no apoye acciones propias de ladrones y defraudadores.
Naturalmente que puede salir en las urnas una persona no adecuada para ser Jefe de Estado o alguien colocado por grupos de presión o por los poderes fácticos, pero la diferencia entre un Estado Republicano y otro Monárquico es que en una república se puede cambiar, mientras que en un Estado Monárquico o abdica el Rey, o se muere o lo tenemos ahí “in saecula saeculorum”. En una República, si el Jefe del Estado actúa en contra de los intereses de los ciudadanos que lo eligieron tiene la seguridad de que va a durar poco en el cargo. Pretender que creamos que un Rey es más independiente de los grupos de presión o de los poderes fácticos porque su situación depende de un derecho hereditario y por tanto, no puede ser puesto por estos grupos, es algo así como creer que los monarcas y miembros de las casas reales poseen un aura especial que los hace incorruptibles; esta idea se cae ante, por ejemplo, el caso Noós.


Hemos oído y leído en algún que otro blog que la cuestión republicana no es un tema urgente ya que hay reformas más prioritarias, ahora no es el momento de abordar la cuestión y quienes lo dicen reivindican su condición de “republicanismo de rancio abolengo” pero no explican cuándo llegará ese momento, “ad calendas graecas” ya que estamos con el latín, todos estos que así piensan, una vez que pasa el “momento” del debate político, no vuelven a plantear el tema, eso sí , seguirán proclamando a los cuatro vientos su condición de republicanos ¿Salud y República?

Otro argumento que se escucha por ahí es que los partidos políticos mayoritarios en la actualidad son los que ganan las elecciones y estos partidos, los de “la Casta” incluido aquí el partido de “La Susana”, están a favor de la Monarquía, consecuentemente… la mayoría de los votantes apoya a la Monarquía y no hace falta convocar un referéndum para consultarles...

¿Seguro que si se permitiera a los diputados y senadores del PSOE votar libremente sobre la cuestión monarquía-república saldría una mayoría monárquica? Este razonamiento nos puede llevar a pensar que una persona parada que acude diariamente al banco de alimentos, está a favor del paro y de acudir al banco de alimentos porque en su día votó a uno de los partidos de “la Casta” que son los que han provocado la actual situación. Pretender usar este razonamiento para no preguntar ahora directamente al sufrido Pueblo Español sobre una cuestión tan importante como es la de la Jefatura del Estado Español es simple y llanamente una acción propia de pícaros, bribones, desvergonzados, de políticos que cometen injusticias para su propio provecho incurriendo en inmoralidades y falta de ética… y que se salve el que pueda.

Hay quien manifiesta que debemos mantener la Monarquía porque fue el rey el que nos trajo la democracia a España… ¡un rey demócrata!… pues se ha visto que no, a estos amantes de la Monarquía vamos a recordarle algunas “cosillas sin importancia”… con la proclamación como rey de Juan Carlos I, se conculcó el Derecho Sucesorio a la Corona Española, debería haber reinado su padre, el Conde de Barcelona, como Juan III pero no fue así, Juan Carlos I no fue rey por derecho sucesorio, fue rey porque el dictador Franco lo puso a dedo, hasta se “inventó” un título: “Príncipe de España”.

Y por aquí llegamos a otra cuestión que está en boca de los partidos políticos y de muchos “demócratas de toda la vida”: cuando la gente votó la Constitución, la forma de Estado ya iba en el lote, al votar, el que tuviera edad para hacerlo, la Constitución de 1978 estaba dando su apoyo a la Institución Monárquica, consecuentemente… (como diría Felipe González, otrora líder del PSOE y actualmente miembro del Consejo de Administración de Gas Natural) la Monarquía y la Democracia Española son como “La Casta” y “La Susana”, hermanas e hijas del pueblo de Madrid, que es villa y Corte, están indisolublemente unidas. Pues otra mentira porque el Pueblo Español de 1978 votó un lote completo, lo que ahora llamamos “pack”, os pongo un ejemplo. Necesitamos unas alcayatas para colgar unas macetas, vamos a los chinos y resulta que no venden alcayatas sueltas como en la ferretería de Navarro, que hubiera sido mejor opción que ir a los chinos, pero bueno, hemos ido a los chinos que nos pillaban más cerca; nos hacemos entender con los propietarios y resulta que solamente hay un pack que trae las alcayatas que necesito y unos tacos, el propietario del negocio nos dice que no se venden por separado… ante esta tesitura y sabiendo que si quiero las alcayatas necesariamente debo llevarme también los tacos o me quedo sin alcayatas, compro el pack. Pues eso fue lo que pasó en 1978, el Pueblo Español quería la Democracia y con ella ser dueños de su destino… pero el pack venía con la forma de Estado Monárquico; por tanto, en 1978 no se preguntó al Pueblo Español si quería la III República Española o la Restauración Borbónica, se impuso un pack completo, como veréis no se dejó votar a nadie sobre el asunto, se impuso en un lote indivisible y entre tener Democracia y no tenerla, se optó por la Democracia.

Entonces sale a la palestra el Presidente del Gobierno con todos los “demócratas” de “la Casta” y nos da una lección práctica de Derecho Constitucional: La Constitución consagra la Monarquía como forma de Estado de España. Si alguien quiere cambiar eso, tiene que acogerse al procedimiento de reforma de la Constitución establecido en la misma. Que por cierto es prácticamente imposible de llevar a cabo, así que mejor no lo intentamos. La Constitución española establece en su Título X el procedimiento para reformarla. Existen dos vías, una “normal” que ya de por sí es difícil, pues requiere 3/5 de cada una de las Cámaras (el Congreso y el Senado). Ésta es la forma que utilizó el PSOE y el PP para introducir el techo de déficit en el artículo 135 de la Constitución, a imposición de la Troika y sin consultarle al Pueblo Español que dicen representar cuando, una reforma constitucional, no figuraba en sus programas electorales, porque como todos mis lectores saben, la Constitución no se puede tocar... pues “la Casta” lo hizo, bastó una presión de la Troika.

Sin embargo, para reformar ciertos artículos especialmente protegidos (los dedicados a la Corona entre ellos), se hace necesario un procedimiento “reforzado” que requiere:

1) Aprobación de la reforma por 2/3 de cada una de las Cámaras.
2) Disolución de las Cámaras: convocatoria de nuevas elecciones, por tanto, con nueva composición de las mismas.
3) Aprobación de la reforma por 2/3 de las nuevas Cámaras.
4) Ratificación en referéndum de la reforma.
Como se puede observar, la dificultad de llevar a cabo una reforma de estas características es notable y curiosamente el referéndum para ratificar la reforma es lo último, como si la Soberanía Nacional residiera en las Cortes, en el Rey o en las leyes…
La Soberanía Nacional reside en el Pueblo Español que es el único que puede cambiar las leyes, a los que se sientan en los escaños de las Cortes y la forma de gobierno de este país… pero los políticos de “la Casta” no se enteran… pues como dijo el emperador Augusto en su lecho de muerte: “Acta est fabula”, “La comedia ha terminado, se terminó el espectáculo”. Lo que hoy hemos visto en las Cortes, lo que el PSOE ha hecho ha sido una elección para estar al lado de los poderosos, de la gran banca, de los grandes empresarios, de los grandes intereses del Capital financiero residente fuera de España, para ello, ha traicionado a sus bases, a sus simpatizantes y al Pueblo Español y sobre todo, ha traicionado su historia, su razón de ser: “El Partido Socialista se fundó clandestinamente en Madrid, el 2 de mayo de 1879, en torno a un núcleo de intelectuales y obreros, fundamentalmente tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias. El primer programa del nuevo partido político fue aprobado en una asamblea de 40 personas, el 20 de julio de ese mismo año.
El PSOE fue así uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa, como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial”. ¡EL PSOE HA MUERTO! ¡VIVA SU SUCESOR: EL PARTIDO CATÓLICO MONÁRQUICO ESPAÑOL!