La viuda pobre del
Evangelio captó la atención de Jesús: "Porque los demás han echado de lo
que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para
vivir" (Mc 12,44). A Jesús no le llamaron la atención los millones que el
donante entregaba, sino la actitud humilde y sencilla de esta mujer pobre, que
echaba lo que necesitaba para vivir, es decir, ponía en su limosna su propio
corazón y su propia vida.
Pues aplíquese el
cuento Monseñor y que la Iglesia Católica Apostólica y Romana Española, que es
rica, deje de dar a los pobres lo que le sobra y done a los que no tienen nada
todas sus posesiones y de paso, renuncien a sus privilegios medievales, a lo mejor así entran en el Reino de Dios.
Escrito está:
“17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a
su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de
hacer para tener en herencia vida eterna?»
18 Jesús le dijo:
«¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
19 Ya sabes los
mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso
testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.» =
20 El, entonces, le
dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»
21 Jesús, fijando
en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes
véndelo y dáselo a los pobres y tendrás
un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»
22 Pero él, abatido
por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
23 Jesús, mirando a
su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen
riquezas entren en el Reino de Dios!»
24 Los discípulos
quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la
palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!
25 Es más fácil que
un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de
Dios.» (Mc 10, 17-25)
No hay comentarios:
Publicar un comentario