martes, 30 de junio de 2015

PUES NO VI NADA.

Mis amigos, los de vamos a Córdoba a ver la Magna Mariana, son tan buena gente como despistados. Efectivamente nos fuimos a Córdoba, estuvimos en el “Rincón de las Beatillas” (se come estupendamente y los caldos de Montilla-Moriles son excelentes), pasaban las horas y no veíamos movimiento de gente hacia la Plaza de San Agustín, pensamos que sería temprano, nadie llevaba un horario… al cabo del tiempo preguntamos y resulta que la Pontificia, Real y Centenaria Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias Coronada no participaba en la Magna Mariana.
Al traste con mi reconversión, se lo expliqué a mis colegas… si la fe la infunde Dios en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones hacia Dios mismo y a mí no me la ha infundido… pues tendré que decir como Don Juan Tenorio:
“Llamé al cielo y no me oyó,
y pues sus puertas me cierra,
de mis pasos en la tierra
responda el cielo, y no yo.”
Creo que entendieron mi razonamiento o me dieron que sí para no oírme. Terminamos el día en la Sociedad de Plateros de la calle María Auxiliadora, regresando sin novedad a Palma.
Al día siguiente pude terminar mi lectura:
“¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.”

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