Como bien saben mis
lectores, Cánovas diseñó un sistema basado en el turno pacífico de dos partidos
en el poder. El Partido Conservador, dirigido por el propio Cánovas del
Castillo, heredero del moderantismo, y el Partido Liberal, liderado por Sagasta,
al que se unirán progresistas y demócratas del Sexenio Revolucionario. Sagasta
a menudo hablaba como un progresista radical, pero actuaba de una manera
moderada y pragmática.
Cánovas
(conservador) y Sagasta (liberal) firmaron el Pacto del Pardo, donde se
establece el sistema de turnos del
partido en el poder. Este sistema tuvo la gran virtud de garantizar la
alternancia pacífica en el poder, poniendo fin durante un largo periodo al
intervencionismo militar y a los pronunciamientos. Sin embargo, el turno fue un
puro artificio político, destinado a mantener apartados del poder a las fuerzas
que quedaban fuera del estrecho sistema diseñado por Cánovas: las fuerzas de
izquierda, el movimiento obrero, los regionalismos y nacionalismos.
Visto el actual
panorama político español, da la sensación que hay un nuevo “Pacto del Pardo”
entre el PSOE de don Alfredo y el PP de don Mariano que ante las próximas elecciones
al Parlamento Europeo del 25/05/2014 ven amenazado su bipartismo, su
alternancia en el poder y su hegemonía desde la restauración borbónica de 1975.
Porque la
pre-campaña electoral no puede ser más descafeinada, más de “guante blanco”
entre los dos partidos, con todo lo que hay que hacer, con lo mal que van las
cosas para los de abajo, con los desahucios, las preferentes, la corrupción de
uno y otro lado, el creciente paro, la nefasta reforma laboral, la economía
sumergida… y aquí ningún político se echa a la arena y plantea soluciones
reales para estos problemas reales.
Deben estar
preocupados en las cúpulas del PP y del PSOE, de ahí que no se ataquen porque
ambos dos comprende que el negocio se les puede ir de las manos… aunque con los
resultados de los sondeos del pasado 27/05/2014…
SONDEO 1.
Yo no me
preocuparía ¿o sí?