El escorpión y la
rana es una fábula de origen desconocido, aunque atribuida a Esopo, dice así:
Había una vez una
rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le
dijo: —Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu
espalda… — ¿Que te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te
conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás.
Lo siento, pero no puede ser. —No seas tonta —le respondió entonces el
escorpión—. ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y
que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?.
Y la rana, después
de pensárselo mucho se dijo a sí misma: —Si este escorpión me pica a la mitad
del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Y entonces, la rana
se dirigió al escorpión y le dijo: —Mira, escorpión. Lo he estado pensando y te
voy a ayudar a cruzar el río. El escorpión se colocó sobre la resbaladiza
espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían
llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el
escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte
picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se
ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las
últimas fuerzas que le quedaban para decirle: —No entiendo nada… ¿Por qué lo
has hecho? Tú también vas a morir. Y entonces, el escorpión la miró y le
respondió: —Lo siento ranita. Es mi naturaleza, es mi esencia, no he podido
evitarlo, no puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi
naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a
comportarme. Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos, el escorpión
y la rana, debajo de las aguas del río.
La moraleja de la
historia está clara: no trates de engañarte con los demás al creer que son o
pueden ser otros y menos engañarte a ti mismo de quien eres.
Esta fábula nos
viene como anillo al dedo para analizar lo que pasó el martes, 2 de octubre de
2012, en la V Conferencia de Presidentes donde el Gobierno y las Comunidades
Autónomas alcanzaron un acuerdo por unanimidad para reducir el déficit, cumplir
los compromisos adquiridos con Bruselas y enviar un mensaje de unidad a la Unión
Europea y a los mercados (el capital) con el fin de recuperar la confianza en
la economía española.
Parece mentira que todavía haya gente que se fie del Partido Popular y
es mucho más grave que políticos de otros partidos se entreguen de
esa manera al Partido Popular. El Partido Popular, con su presidente a la
cabeza don Mariano Rajoy, es como ese escorpión de la fábula, lleva en sus
genes, en su esencia, la destrucción; todo lo que toca lo deja peor que estaba
y mienten sin cesar.
Pongamos un ejemplo, la reforma laboral; ¿Qué ha traído la reforma
laboral? Más despidos y más baratos, no ha creado empleo, deja en la
inseguridad a miles de trabajadores que ven peligrar su ya precario puesto de
trabajo… pero el gobierno sigue por el mismo camino.
Esto es fácil, son Ellos (los escorpiones): la Banca, los jerarcas de la Iglesia
Católica, los grandes empresarios, los ricos, los defraudadores… o Nosotros (la rana): el
Pueblo Español.
La deuda no se puede pagar, no hay solución por este camino… de hecho
nadie nos dice cuándo se va a terminar la crisis y los países intervenidos no
levantan cabeza, no están mejor, al contrario, se hunden más y más.
Después de esta reunión, van ganando “Ellos” (los escorpiones) y a “Nosotros” (las ranas) solamente
nos resta, como no espabilemos, esperar a que el aguijón del Partido Popular
nos remate y nos hundamos todos… el Partido Popular no construye nada, destruye
todo lo que toca.
¿Quién defiende al Pueblo Español? Nadie, por eso tenemos que seguir luchando por
lo que es nuestro y nos están robando.
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