La que fija, limpia y da esplendor, define el vocablo luminotecnia como arte de la iluminación con luz artificial para fines industriales o artísticos.
Pues parece ser que a quien corresponda en Palma del Río, no entiende bien el concepto y se ha propuesto deslumbrarnos o que no veamos por donde vamos.
Me explico, que no quiero ser muy críptico. Cuando venimos en coche o en autocar, ya sabéis lo del autobús de la estación, que nos deja en tierra si el tren llega tarde y por eso usamos los coches particulares y los autobuses de empresas privadas; como decía, cuando llegamos a Palma y entramos por la noche a nuestro nuevo puente quedamos totalmente deslumbrados, no de su belleza y arquitectura no, deslumbrados por las cantidad de vatios que salen de las luces instaladas en la barandilla del mismo.
El nuevo puente no está diseñado para que transiten por él los peatones y, los coches, motos, camiones, autobuses de la línea Palma del Río–Córdoba y viceversa; tienen faros para iluminarlo. Por favor, ¿podría alguien quitarle potencia a esas barandillas incandescentes?. El pago del recibo de la luz del puente sale de nuestros impuestos, ahorraríamos dinero, reduciríamos la contaminación lumínica y nuestros ojos no se cegarían al entrar al puente.
Otro ejemplo claro de iluminación poco artística es la que han puesto en la ermita de Belén, en el cerro de Belén, hay una ermita no un faro y eso es lo que parece el recinto de la patrona. Iluminar artísticamente no consiste en poner mientras más vatios mejor, ni en colocar esos antiestéticos focos que rompen la estética del recinto de día y de noche y que además deslumbran e impiden observar la arquitectura del lugar… ¿Quién paga el recibo de la luz de la ermita de Belén? Ejemplo claro de contaminación lumínica y derroche en tiempos de crisis. Si lo paga la Hermandad, no hay nada que decir, porque cada uno con su dinero hace lo que quiere pero… si lo paga la Administración Local, me parece un gasto totalmente suntuoso con la que está cayendo y un mal ejemplo a los ciudadanos y católicos por parte de su Ayuntamiento o su Iglesia.
Un buen ejemplo de iluminación artística es el puente de hierro, luz suave que invita al paseo, no deslumbra y con un tono adecuado; lo mismo ocurre en la parte inferior del puente de piedra y digo la parte inferior porque la superior deja mucho que desear. Tanta luz en las barandas del puente nuevo, tanta luz en la ermita de la patrona y tan poca luz sobre el puente de piedra, entre farola y farola no se ve nada… ¿No podrían los responsables de la iluminación municipal repartir los vatios mejor? ¿O nos quedamos ciegos al entrar al puente nuevo, o no vemos por donde vamos en el de piedra? No está mal iluminar artísticamente un puente por debajo pero… ¿no creen ustedes que primero hay que iluminarlo bien por arriba?. Claro luego pasa lo que pasa, que algún bloguero se queja con toda la razón del mundo.
Creo que lo del puente de piedra está en vías de solución, espero
ResponderEliminarLlevas todas las razones en tu comentario.Estoy contigo
ResponderEliminar